lunes, 11 de octubre de 2010

Misterios del viaje de la vida




Viajando por el mar de la vida, uno se encuentra en su camino muchos tesoros que va dejando atras, otros lo lleva consigo, hasta que alguna tempestad nos lo hace perder, soportando las mil y una noche a bravos vientos, nuestra barca se tambalea, caemos muchas veces en las profundidades pero infinitas estamos de pie, este encuentro en estas lineas es de usted con usted mismo, con su vida, con su alma, nunca pierda las esperanzas de encontrar el camino rumbo a casa, siempre hay métodos en donde lo que hacemos se ve, se muestra, se experimenta y la vida lo puede clasificar como la obra de un gran ser y sino quedan esas experiencias como esos pergaminos olvidados en el fondo de una botella vagando por el mar para que el destino la sobrelleve y algun día ser rescatada como el plano de un gran tesoro. Su vida es un tejido que usted mismo construye con la pluralidad de signos que le rodean y con el correr de los días uno va recordando, haciendo, imaginando y asi nos vamos apropiando de nuestra propia obra, nuestra vida, le vamos tomando gusto, a filiarnos y a respetarnos, asi con el tiempo, con la historia, con nuestro propio juicio vamos cultivando nuestra propia lectura y calidad de si mismo, conquistando nuestro propio ser, asi nos alejamos del aburrimiento del consumo, de aquel que no es capaz de recordar y olvidar, de construir y destruir, de dar vida y de dar muerte a la vez, de sentir el placer de sus propias experiencias, de aprender de ellas, de enseñarlas pero no volverlas a vivir porque aunque se repitan nada es igual, todo tiene un significado para el interpretante de la vida, aquel que sabe vivir en la alegria y en la tristeza, que está más allá del bien y del mal y ya nada le sorprende.

realizado en la madrugada del 11 de octubre de 2010

miércoles, 6 de octubre de 2010

Misterios de la obra del templo




Desde el comienzo de los tiempos vinimos a la vida, ella nos absorbe y nos absorbemos juntas y empezamos la gran obra del padre, granito por granito vamos edificando nuestro templo, el corazón se purifica, el alma agarra fuerzas, la mente se abre. Los cuerpos se van formando, la luna se muestra y nos ilumina en las grandes noches de soledad y el sol va eliminando sus impurezas, sus tristezas, va transformando sus ideales en conciencia, los fija, los sella, llegamos a una altura en donde todo es, todo puede ser hasta que la tentación toco nuestra debilidad y caímos, ese día nos desorbitamos y Díos nos despidió de su trabajo. Sólo nos queda una sola puerta, el arrepentimiento, allí los angeles cantan a coro, esperando nuestro regreso. Regresamos y en el cielo hay más alegría por el volver que por el pecado cometido. Comenzamos el trabajo de nuestro camino, ahora tenemos luz, pero luz prestada, debemos sacrificarnos para devolver granito por granito todo el amor que nos dan para continuar la gran obra de nuestro arquitecto universal. Somos su semilla más preciada y todo nos perdonan, hay una esencia que palpita, que tiene dentro un mundo por salvar, la justicia y la misericordia es de nuestra alma, así trabajamos sin descanso, el trabajo es la fortaleza de nuestra alma, nuestra alegría de vivir, el aire que respiramos, el alimento diario que nos impresiona y tanto nos inspira. Asi la esperanza va naciendo en un mundo que decae, da las fuerzas que se necesita para levantar a los que sufren, da pan y abrigo a los desnudos, agua y vida espiritual al sediento, amor y paz a la humanidad...