lunes, 11 de julio de 2011

Misterio natural y nominal




Cuando conocemos las cosas de la naturaleza y del mundo material, pensamos cual fué el motivo que habrá tenido el que le puso tal nombre. Empezamos a imaginar e investigar en el objeto, en su nombre la relación que los une y nos preguntamos: ¿fué por origen divino?, ¿por inspiración?, o ¿por juego de la mente?, si pensamos por esto último, se empieza a formar una red de significados que una sola palabra puede decir muchas cosas pero no quiere decir que ese objeto sea la palabra porque no hay nada en la cosa que lo llame así, sólo es una forma de hilar palabras con objetos, en cambio si pensamos de una forma más natural que un nombre refiere a la cosa es porque en el nombre está contenida la cosa, hay un origen divino que lo ha asignado, porque hay una inteligencia superior que lo apala, que demuestra su origen del nombre, aunque en la cosa o en el nombre no se vea, hay en el nombre y en su proceder algo que solamente se refiere a eso y no a algo parecido, por eso tal nombre y tal mundo que contiene y no otro, si por ejemplo de un día para el otro, le cambiamos el nombre a algo, siempre nos va a estar titilando porque hemos adulterado una naturaleza divina y nunca nos va a cerrar del todo aunque hagamos un cubo perfecto de relaciones o un circulo en donde todos los mundos de los nombres y las cosas se interrelacionen. La naturaleza humana de las relaciones puede ser divina pero la naturaleza divina es más poderosa porque con un simple rayo destruye una red perfecta de significados y significantes. Esto no quiere decir que la doctrina nominalista no sirva porque la necesitamos pero a partir de una doctrina naturalista, pensar mundos que entretejen otros mundos y que nos hagan ver formas lo más natural posible que existen variedades de significados y significantes, como así también que un solo nombre puede ser artifice de muchas cosas y que según el modo estamos indicando esto como tal otro, de esta forma estamos viendo que las dos doctrinas en su proceder de nombrar y rotular se interrelacionan y no existen una sin la otra. Por eso en la vida uno se va poniendo pruebas, además de las que ya le ponen en el diario vivir y la va transitando automaticamente, es un regalo de Díos que en el camino de la vida nos van dando, son flores que un angel nos va entregando, que vamos convirtiendo en frutos, lentamente vamos pisando fuerte, con la carga encima vamos dejando huellas que de a poquito se va dando, se va reconociendo y nosotros volvemos a sentir, a actuar con los permisos y asistencias que vamos adquiriendo cada vez que vamos muriendo, que vamos dejando hacer. Las espinas nos pinchan pero ya no duelen, el camino ya nos hace entender que la vida hay que comprenderla, a pesar de sus obstaculos, a pesar de sus idas y venidas, pero a la vez hacer comprender que la vida no es solo muerte al projimo, es darle una oportunidad, una vida para poder ser. Así, según Carmen de la linde, la lengua es una entidad abstracta, un modelo abordable en su estructura formal en un estado historico determinado, así como la vida de cada uno, porque es algo que existe, que está absolutamente, que no tiene formas, porque se va formando en el tiempo, va cambiando con las determinadas prácticas pero a la vez es abordable y aplicable porque tiene sistemas de signos, reglas, organizadas y ordenadas, según el uso en la historia. Aquí, desde mi punto de vista, la lengua se incluye desde el extructuralismo por su estructura formal en un estado historico determinado y, también en la pragmatica porque a través de la historia a tenido diferentes cambios según su estado, su uso, por eso la lengua es abstracta y abordable, porque contiene una estructura que se construye a partir de una lógica composicional en donde podemos analizar nuestra escritura y nuestro habla; así la gramática, (nosotros mismos por nominar naturalmente algo) cumple la función de analizar los diferentes enfoques de la lengua y sus cambios en la práctica, en la praxis y en la pragmatica.